Desde hace mucho tiempo, el hombre se ha preguntado acerca de la composición y funcionamiento de las cosas por instinto. Pero también se ha preguntado sobre sí mismo; qué es él.
Muchas veces tenemos que recurrir a respuestas sobre preguntas relacionadas con el ser humano, tales como si eliminar óvulos fecundados en tubos de ensayo o abortar es matar a un ser humano o también sobre la práctica de la eutanasia y otros campos, en los cuales cómo vamos a decidir qué hacer si primero no sabemos qué es el ser humano. Desde mi punto de vista, un ser humano es animal con neocórtex capaz de vivir en sociedad, pero con una mentalidad individual, que ha resultado de un conjunto de rasgos biológicos evolutivos y aquellos rasgos aportados por una cultura que le ha sido dada por el entorno.
El ser humano desciende de la cepa de los primates, pero con un resultado diferente. El ser humano ha llegado a ser como es gracias a diversos aspectos como la posición erguida, que nos permitió desocupar las manos con las que en un futuro utilizaríamos para investigar objetos y su funcionamiento, lo cual también nos conduce al dedo pulgar oponible, el cual permitió que pudiéramos coger objetos con las manos y facilitando la interacción mano-cerebro, lo cual haría que éste se desarrollara mucho más. La columna vertebral se enderezó y su forma de “S” nos dio la visión panorámica al poder realizar movimientos verticales. El cerebro, siendo la mitad del actual, fue creciendo a unas ciento cincuenta mil neuronas cada generación. Nuestros descendientes poseían el córtex, que era la parte encargada de la memoria a largo plazo a diferencia de nosotros que poseemos el neocórtex, el cual nos proporciona todos nuestros recuerdos, conocimientos, habilidades y experiencia acumulada gracias a sus treinta mil millones de neuronas.
También el ser humano está formado por caracteres no materiales que le son dados por el entorno. El ser humano se ha formado también por diversas situaciones como el dominio del fuego, que le desapegaba de la naturaleza separando el día de la noche y las estaciones, por lo que tenían más tiempo libre para realizar tareas para una mayor cohesión social; ya que el ser humano vive en sociedad, estas relaciones son muy importantes. Al crear actividades, el ser humano se divide las tareas y cada miembro del grupo es esencial para el buen mantenimiento de la comunidad. Para que haya una relación social, el ser humano desarrolla un lenguaje simbólico, el cual cada miembro conoce. Ya no se deja guiar por sus estímulos y es capaz de controlarlos. Su inteligencia se desarrolla al investigar, y desarrolla herramientas que le son útiles. También el ser humano entierra de forma específica a los muertos, ya que sabe la suerte que correrá observando al otro y es capaz de cuidar a los débiles, lo cual rompe toda relación con la naturaleza ya que deja de existir la selección natural. Es capaz de aprender observando al otro, y recuerda patrones que ha observado con la experiencia y los relaciona con acciones que van a ocurrir, por lo que puede prever situaciones. El ser humano, dentro de los rasgos biológicos y culturales, posee una forma de ser diferente a los demás que es una serie de procesos que no podemos reducir al cerebro.
Lo que sí está claro es que el ser humano es así porque a lo largo de la historia, ha experimentado cambios azarosos en su entorno gracias a los cuales ha podido desarrollarse tal y como es, debido a su necesaria adaptación a ellos. Por lo que creo que las características del ser humano son:
-Biológicamente: es un mamífero con neocórtex, erguido y con dedo oponible.
-Culturalmente: es un animal capaz de vivir en sociedad cumpliendo una función en ella y que es capaz de comprender las intenciones y sentimientos de otros individuos.
-Posee una mente que lo hace diferente a los demás.
-Es el resultado de situaciones azarosas a lo largo de la historia que lo han ido formando.
Entonces, en general, podemos definir al ser humano. Pero si cada individuo posee una mente que lo hace característico, ¿Podemos definir individualmente al ser humano?
AUTOR: Luis Miguel Sánchez, estudiante de Medicina UEM