Es ciertamente un conjuro sin adiestramiento alguno, cuestión de todos los días en cada momento de la historia humana. Tenemos esa tendencia significante de nombrar a la vida y a todo lo que en ella podemos llegar a sentir, observar, pensar. Hace rato nos auto proclamamos dueños, en lugar de considerarnos partícipes en un planeta habitado por centenares de criaturas envueltas en su propia energía que vibra al son que la vida dicte; es claro que nos equivocamos entonces colectiva-mente.
Naturaleza es el nombre que se vincula a dicha locomoción profunda y constante que es la vida en suceso y en ese orden de ideas creamos una cultura antinatural. El conjuro entonces nace a través de algo un tanto más profundo y seguramente a su vez más superficial, algo que han notado algunos rostros sobresalientes, algo que notan siempre las mismas almas. A ese algo le hemos nombrado arte y han habido muchos seres humanos al combate en sus filas; llamados artistas. Es ciertamente un conjuro sin adiestramiento alguno, aunque seamos esclavos del arte que profieren nuestras ideas, esclavos de aquello que callan nuestros miedos personales y libres pensadores en cada expresión de arte colocada en un plano real y entregada a un prójimo inexistente que habita en todos; aquél que sabe apreciar al arte y el único capaz de proferir sentimientos humanos a la obra entregada por cualquier artista.
Personalmente considero que mi legado es parte en tantas otras partes de algún lejano todo, un universo que se escapa de las manos y se hace de repente ajeno y otras veces propio, me considero tan sólo un punto de referencia que algunos no buscan entender y otros jamás entenderán.
Somos eso, lo que queremos ser; lobos hambrientos en busca de su alimento y apostando a sobrevivir; frutos del tiempo que sostienen su tronco si han sabido echar raíces para parecer eternos en un mundo que de apoco se está acabando; bebedores de cerveza; amantes de una noche con razones claras para amar una vida completa; tiempo que transcurre y respira y conspira; seres que conviven y perciben; poetas, políticos, ladrones; una raza. Es ciertamente un conjuro sin adiestramiento alguno ésto que hago, es simplemente arte.