(emigro mis torturas)
iluminar aún más la existencia
desde el revés de los párpados
que tiene grabadas y narra sus escenas:
fotografías, textos, gritos, cantos
y lo que no se sabe nombrar
cada historia tiene en la boca su propio
sol y luna
todo como en la iglesia
un sacerdote preparando el tono de la misa
toda la sangre en el césped
no se puede ir dócilmente
habrá palabras que no alumbran
olas que querrán brillar y no pueden
habrá palabra que evade y extravía
(cada palabra que se ensució
se ovilla en el olvido de
su mínima verdad)
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