En el impasse menudo de tu risa
donde el aleteo de tus ojos
hiere de muerte al llanto.
El hálito de este cabello
juguetea curioso
bajo un manto de espinas.
Hay una luz que todo lo ilumina
haciendo de la oscuridad
pedazos,
es el lecho de tu abrazo
que inmune a la desdicha,
todo lo cura.
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