La baraja no pertenece al camino
a voluntad de los deseos.
Se cita el paso con un momento en Relación.
Se fija un punto
quieto.
Anda el vagabundo por el sendero enredado,
desmoronando ilusiones que a veces otros sostienen
como antorchas de humanidad.
Va sin su par,
sin su sol sin su amparo.
Creyendo con furia inocente que el mundo en su mundo
le negó el mando.
Pero es la flor nocturna su ejemplo,
solitaria en silencio de enredadera
blanco de luna que brilla como reflejos de plata
pura en su estirpe de promesa.
Se abre así, en silencio azul de noche
sin más luces que candelas.
Se abre así
a los dedos de las manos
en los brazos que la esperan.
Molinos para el Agua 2014
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