En las periferias, el humo recorres millas y millas por agujeros angostos y anchos en busca del cielo azulino, para formar efigies frágiles.
En la pequeña curva de tu nombre encontré refugio. Se abre cada tarde, y deja que el ámbar sea luna. Los pájaros juegan en tu nido. Algunas veces, los gatos salvajes te devoran, y ya eres tú también uno ...
El andar después de tanta agonía ha sosegado mis temores porque todos los lugares son ahora recuerdos de quienes he dejado atrás. Esos espacios terminaron convirtiéndose en las personas que conocí mientras las visiones son hoy añoranzas de un ...