Y os veo hacinados, sedientos y curiosos
por encontrar la razón cuál os ha llevado
hasta el frío diabólico, paradojicamente
infernal.
Es cierto que nuestras quejas banales
pueden llegar al sufrimiento que tienen
aquellos peregrinos del este de nuestro
mundo.
Y mis penas, alegrías serían para éstos, se
alteran; dichosos mis labios que
pronuncian llantos y gemidos de locura
por sentirme encadenado a la facilidad y a
la comodidad del capital.
Qué insultos más hirientes para aquellos
harapos andantes, para sus rostros ajados
por una pena real y no social. Debería
afligirme por haber caído en tan buenos cobijos?
O es mejor despertar y confiar en
mi seguridad, en apuntar a la luna y
quedarme en las estrellas mas rascar su
pólvora astral y sacudir a mis hermanos,
mis compañeros, habitantes de nuestra
tierra. Tender mi mano y reportarles al derecho a
soñar.
Aspiro a sentirme feliz sin héroe,
aspiro a un mundo sin héroes por ser
todos independientes de sus ayudas.
A vosotros, desconocidos Refugiados.
Shara
13 mayo, 2016 a las 4:38 pm
Sinmplemente genial !!!!
¡ Muy fan tuya !
Marc
13 mayo, 2016 a las 4:43 pm
Me gusta mucho
Elías Birea
13 mayo, 2016 a las 4:49 pm
Potente poema, hoy más que nunca es necesaria la poesía con carga social, con capacidad de movilizar.
Gracias por sacudirnos, compañero.
montesverdes
21 mayo, 2016 a las 12:37 am
Entre Cortázar y Verne. Amigo
marivi
5 junio, 2016 a las 5:24 pm
Interesante y profunda poesía
Tania Estrada Morales
22 junio, 2016 a las 6:55 pm
Muy bueno el poema me gusto la fuerza de la emociòn de cada frase .