Sobre un mar de soledad y desamparo, sin olas ni recuerdos, antes que las primeras deidades conocidas habitaran un cosmos aún joven, un dios de cuyo nombre jamás se tuvo noticia -o acaso los hombres lo extraviaron en sus mudanzas ...
Anhelo de mil labios en mi estepa entornada, mi páramo estéril de sangre frustrada; y cuanta vida hubo, pétalo de feroz llama, el mar en sus cadencias lentas arrastra. Las espumosas olas de miel mi pecho bañan y en ...
Se agitan los prados en la deshojada corona de nuestro antiguo rosal. Y tu frente adamascada aglutina el infinito punto de todo cosmos, ese que genera la brisa de un huracán mellado, ese donde la Luna contempla el absoluto ...
Por eso mátame ahora, mátame entera, sin piedad, sin pena, porque prefiero morir, desangrar lo que fui, sacrificar lo que soy, para salvar lo que puedo ser, feliz.